TEXTO PARA TRABAJAR CON ESTUDIANTES DE 7ºA Y 7ºB
PUSE A FUNCIONAR MIS RECUERDOS
Entre los pocos
recuerdos que aún conservo de mi ya lejana infancia, están aquellos en los que
un adulto cualquiera, dígase papá, profesor o vecino bien intencionado, me
soltaba una frase imperativa…¡ Las que ponen son las gallinas, no lo
olvide!, cuando yo, de la manera más natural y espontánea, decía, por
ejemplo, “voy a poner aquí el balón”
o “le puse mucha atención a la clase”
o “no pusieron cuidado al pasar la
calle”…Así que, durante muchos años, honrando el respeto que guardaba -y se
DEBE guardar- a los mayores y confiando en que ellos poseían absoluta
razón, evité utilizar el verbo PONER remplazándolo
casi que permanentemente por el verbo COLOCAR
pese a que, debo reconocerlo, no me gustaban, en lo más mínimo, expresiones
como “coloqué atención” o “coloqué música” pues me parecía que
simple y llanamente “sonaban muy feo”.
Ya en el colegio
–mi “Francisco Antonio de Ulloa”, como siempre lo he llamado y a cuyos maestros
de entonces les profeso profundo agradecimiento- no era raro escuchar la misma
reprimenda de cuando niño, pero ya incluso por parte de algunos compañeros que,
sin ser ningunas eminencias en el uso de la lengua, simplemente se atrevían a
corregirme por el hecho de ser citadinos -léase payaneses, popayanejos o
“patojos”- y yo, con orgullo tengo que
decirlo, un inmigrante corinteño.
En la Universidad
tuve alguna que otra discusión frente al uso del mencionado verbo. Nunca faltó
quien me dijese que yo estaba perdiendo el tiempo en la facultad pues no era
posible que, todo un estudiante de Español y Literatura, continuase diciendo “póngale atención a la vida”…Y qué
decir ya como docente cuando alguien me escuchaba decir “ya puse la cuota para la fiesta”…
Todo lo anterior me
llevó, uno de esos días en que se quiere saber algo más de la vida, a consultar
no sólo el diccionario de la RAE, sino las publicaciones de la eminente
filóloga Soledad Moliner y a entrar en
contacto vía E mail con el ya conocido profesor Cleóbulo Sabogal, quien, valga
de paso decirlo, posee un profundo conocimiento de nuestra lengua.
¡Y vaya sorpresa la
que me llevé!...Mis mayores, algunos de mis
profesores, muchos de mis amigos y condiscípulos y un buen número de mis
colegas docentes estaban muy pero muy equivocados con respecto al uso del verbo
PONER, ya que éste, nada más y nada
menos, tiene 44 posibles y por ende
correctas formas de usarse; en otras palabras, es correcto decir “poner atención”, “poner un mensaje”, “poner
la cuota”-aunque no nos guste desprendernos de algún billete-, etc.
El verbo COLOCAR tiene sólo 5 acepciones, lo cual hace que frente a PONER sea extremadamente pobre en
significación. De manera que ojalá dejásemos de “colocar atención” para “poner mucha atención” olvidando “que no son sólo las gallinas las que
ponen”.
Prof. JOSÉ ADRIANO FERNÁNDEZ RESTREPO.
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