Nunca falta algún amigo que nos
dice "Hola… vos que sabés buscar bien en internet, me averiguás esto...". A todos
los que andamos en el tema informático nos pasa. Parecería que se nos valora
como hábiles manejando datos, pero sencilla y específicamente por conocer las
herramientas digitales para administrarlos. Quizás haya que pensar que para
tener buenos resultados, más que habilidades informáticas haya que tener otras
capacidades un poco más artesanales. En mi caso particular, por ejemplo, no
aprendí a buscar información usando Google ni el viejo Altavista. Creo que esa habilidad comenzó a desarrollarse mucho
tiempo atrás, varios años A.W. (Antes de la Web). Debe haber sido, por ejemplo,
resolviendo crucigramas imposibles, armado de solamente un Pequeño Larousse
Ilustrado. Tal vez buscando y encontrando rápidamente en alguno de los tres
tomos de la guía Entel ese número de teléfono olvidado. O más tarde, tratando
de hallar restos fósiles de información técnica que me permita reparar algún
viejo circuito electrónico. Eso sí que era buscar. Es que los dinosaurios hoy
llamados "inmigrantes digitales" nos formamos así. Buscando con pobres
herramientas los necesarios datos y si no los encontrábamos, enlazando con
creatividad los pocos pedazos disponibles para poder completar la información.
Pero además, los mismos dinosaurios de la generación bisagra entre lo analógico
y lo digital fuimos capaces de automatizar el manejo de la información, de
Informatizar todo eso que aprendimos con lápiz y papel, de memoria y contando
con los dedos. Y creamos nuevas herramientas que facilitaron a tal punto la
actividad de buscar, que en realidad ya casi no buscamos más, simplemente
tomamos lo que el todopoderoso Google nos da. Y ahora nos quejamos porque el
mundo en que nos formamos y que nosotros cambiamos ya no es ni volverá. ¿Quién
nos entiende?
En fin. Con bastante más
seriedad, algunos se han puesto a reflexionar y plasmaron sus conclusiones en
una interesante infografía que analiza los pro y las contras del aporte de
Google a nuestra actividad cognitiva.
Para ver, analizar y volver al
viejo y artesanal oficio de pensar...