viernes, 27 de febrero de 2015

NOMOFOBIA

El neologismo nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono móvil.
En los medios de comunicación empiezan a ser frecuentes las menciones a este nuevo fenómeno, en ocasiones con el anglicismo original nomophobia, como en «El usuario que padece ‘Nomophobia’ se agobia cuando se queda sin cobertura, se le agota la batería o no encuentra el móvil», aunque también se está asentando ya el uso de la hispanizaciónnomofobia («Nomofobia: esclavos del celular»).
En inglés, la palabra se ha formado por la fusión del adverbio no, el acortamiento mo (a partir de mobile phone) y el sustantivo phobia.
En español, el término puede adaptarse sin problemas con los mismos elementos compositivos: el adverbio no, la forma abreviada mo (de móvil) y fobia (‘aversión obsesiva a alguien o a algo’ o ‘temor irracional compulsivo’).
Así, en el ejemplo anterior habría sido preferible escribir «El usuario que padece nomofobia se agobia cuando se queda sin cobertura, se le agota la batería o no encuentra el móvil».

CIBERCONDRÍA

El neologismo médico cibercondría es adecuado para referirse a la preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree o se teme padecer, por lo general graves, o en busca de síntomas, efectos o posibles tratamientos.
En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Nomofobia, cibercondría y los nuevos males causados por internet», «Hay una delgada línea entre ser aprensivo y vivir en la cibercondría» o «Los médicos creen que varios factores pueden influir a la hora de sufrir cibercondría», todas ellas adecuadamente escritas.
Este vocablo nace de la combinación del elemento compositivo ciber-, que hace referencia al mundo digital en general, e hipocondría, afección que padecen aquellos que manifiestan una ‘preocupación constante y angustiosa por su estado de salud’. Con este mismo significado, también es válida la expresión hipocondría digital.
Dado que se trata de un vocablo bien formado, extendido y comprensible a partir de sus partes, no necesita cursiva ni comillas.
Por otro lado, se recuerda que el acento recae sobre la penúltima letra, por lo que lo apropiado es escribir este sustantivo con tilde: cibercondría, no cibercondria, con sílaba tónica -con-.
No obstante, quien padece tal desorden puede denominarse tanto cibercondríaco comocibercondriaco, igual que ocurre con otros pares de palabras que incluyen la terminación -íaco/-iaco: maniaco y maníaco, policiaco y policíaco o austriaco y austríaco.
Cabe señalar, por último, que el prefijo ciber- se escribe unido a la palabra a la que acompaña: cibercondría y no cíber condría ni cíber-condría.

LOS APUNTES DEL WÁLTER

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