Por Fabrizio Ferri-Benedetti
Imagina por un momento que tu antivirus es el guardia de un banco: él decide qué programas pueden pasar y cuáles deben quedarse fuera. Si el guardia es eficaz y el edificio está bien diseñado, no habrá forma alguna de que algo se cuele sin permiso.
Ahora bien, si en el sistema operativo hubiera una puerta trasera, esta podría ser aprovechada para penetrar en el interior y llevar a cabo todo tipo de fechorías. Los malos podrían entrar, robar datos y salir sin levantar las sospechas del guardia-antivirus.
A este tipo de problema se le denomina vulnerabilidad o agujero de seguridad. En este artículo te explicaré qué son los agujeros de seguridad, cuáles sus riesgos más comunes y cómo prevenir su explotación dañina a costa de tu bolsillo y tu privacidad...
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